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Ediciones Sueños... imágenes en la niebla

El Simce... me quedó clarísimo

Estaba viendo los titulares de los diarios más importantes de Santiago... o sea, La Tercera y el Mercurio (dejo fuera a Las Últimas Noticias por ser farandulero in extremis), en los que se destacan el mal desempeño de nuestros niños y niñas en las pruebas Simce. Ya no me es una sorpresa ver lo mal que los estudiantes se relacionan con el lenguaje, con la herramienta de comunicación fundamental en la vida del ser humano. Sí, porque no les interesa saber más allá que las palabras exactas y unos cuantos comodines (como lo son palabras tales como "weón" y sus derivados, ya sea como verbo, adjetivo, sustantivo o cualquier otra "creativa forma" de usarla, junto con garabatos de calibre más grueso que no reproduciré).

Me da tanta pena como no se imaginan. Los chicos y chicas simplemente no saben usar el lenguaje, ni escrito ni hablado, de más está decir que leer es casi un estigma de mal ciudadano, a menos que sea el diario y eso basta... ¿cómo enfrentar esa situación?

Es desalentador no poder hablar de temas que antes eran parte del conocimiento colectivo, como por ejemplo quién fue Atila, Gengis Khan o qué sucedió el Día D... Oh, my Gosh! (como diría el perrito de Lipigas), ¿qué onda está pasando?

Yo aún tengo mucho que aprender en esto de la educación, muchísimo, pero la experiencia que tengo acumulada me dice que el cambio debe venir desde las familias. Ahora el problema es que las familias piensan que los profes tienen todo el deber de hacer que sus hijos se interesen por el estudio, lavándose las manos y escudándose en que "no tienen tiempo", porque "trabajan todo el día". El ejemplo y el incentivo parte, necesariamente, del primer grupo de socialización, que es la familia. Los padres, abuelos, tíos o cualquier otro adulto a cuyo cargo esté un párvulo, niño, preadolescente o adolescente, DEBE buscar mecanismos de acercamiento al conocimiento. Los profes hacemos el resto, pero no podemos llevarnos una carga que no nos corresponde.

En mi caso, que hago clases en un instituto profesional, a veces no podemos avanzar como quisiéramos, porque los chicos y chicas tienen una pésima base desde el colegio. Luego de preguntarles cuál es su relación con las letras, son poquísimos los que leen algo más que las noticias del diario, que saben algo acerca de "El Quijote" o saben que muchas de las películas que pueden ver en el cine tienen como base una novela u otra obra literaria.

¡Trágame tierra! ¿Cuándo será el día en que mkis chicos y chicas lleguen felices contándome acerca del último libro que se compraron?

Creo que nunca...

Yami

1 comentario

Avivita Linda -

Si pos, amiga. El problema es la base. Igual en las noticias vi que la nueva ministra de educaciòn, al haber sido rectora de una universidad, explicó que la diferencia la hacían los profesores, al compararse los resultados de los colegios ABC1 y los otros... En parte considero que tiene razón: un profe con un buen sueldo, que no debe enfrentar a un curso donde se hable coa y que tema que puedan agredirlo obviamente se esforzará más por los alumnos, amen de que el colegio lo respalda.
No ocurre eso en los otros colegios, los adoderados son tanto o más "choros" que los alumnos (Giglia es profe de castellano, así que me transmitió unas vivencias bien fuertes)
Igual creo que la motivación viene de casa primero, de todas maneras