Un texto romanticón
(En un arranque de romanticismo... ¡wwwaaaaa!)
Me siento desgarrada por dentro. No sé qué pensar, excepto en que tu cuerpo junto al mío es una eterna tentación, una tentación que me entierra en las entrañas el deseo, como si de una espada se tratara, una espada que lleva en su filo la felicidad pasajera y el eterno dolor.
¿Vale la pena herirse de ese modo? ¿Vale la pena que sucumba ante este deseo y te robe lo que tanto quiero? ¡Dímelo, porque ya no soporto más! Estuvimos juntos, nuestras manos se tocaron y entrelazadas estuvieron largo rato, pero ni tú ni yo dimos el paso...
¿Me quieres aunque sea un poquito? Tal vez sí, tal vez no, pero tu correspondencia al tomarnos de la mano me hace dudar.
¿Por qué fui tan cobarde y no traspasé la línea? Mi conciencia, mi conciencia me amarra y me hace sufrir una y otra vez. Te quiero, eso ahora lo confirmo, te quiero tanto que pensar en ti me hace arder el corazón, pero sé que para estar juntos no estamos destinados.
Eres un sueño, un hermoso sueño, y a veces creo que dejaría todo por estar contigo tan sólo unos instantes, pero luego me arrepiento, porque es mucho lo que dejaría partir. Te quiero, te quiero desde las profundidades de mi ser, eres un ideal que se me escapa entre los dedos, un amor secreto, un llanto que aflora a veces al recordarte. Un llanto que me quema los labios, el alma, la piel, todo mi ser.
Sólo te pido unas horas para mí, nada más... unas horas y la eterna compañía de tu beso en mis labios y así guardar ese tesoro que eres tú en mi alma y mi corazón.
Me siento desgarrada por dentro. No sé qué pensar, excepto en que tu cuerpo junto al mío es una eterna tentación, una tentación que me entierra en las entrañas el deseo, como si de una espada se tratara, una espada que lleva en su filo la felicidad pasajera y el eterno dolor.
¿Vale la pena herirse de ese modo? ¿Vale la pena que sucumba ante este deseo y te robe lo que tanto quiero? ¡Dímelo, porque ya no soporto más! Estuvimos juntos, nuestras manos se tocaron y entrelazadas estuvieron largo rato, pero ni tú ni yo dimos el paso...
¿Me quieres aunque sea un poquito? Tal vez sí, tal vez no, pero tu correspondencia al tomarnos de la mano me hace dudar.
¿Por qué fui tan cobarde y no traspasé la línea? Mi conciencia, mi conciencia me amarra y me hace sufrir una y otra vez. Te quiero, eso ahora lo confirmo, te quiero tanto que pensar en ti me hace arder el corazón, pero sé que para estar juntos no estamos destinados.
Eres un sueño, un hermoso sueño, y a veces creo que dejaría todo por estar contigo tan sólo unos instantes, pero luego me arrepiento, porque es mucho lo que dejaría partir. Te quiero, te quiero desde las profundidades de mi ser, eres un ideal que se me escapa entre los dedos, un amor secreto, un llanto que aflora a veces al recordarte. Un llanto que me quema los labios, el alma, la piel, todo mi ser.
Sólo te pido unas horas para mí, nada más... unas horas y la eterna compañía de tu beso en mis labios y así guardar ese tesoro que eres tú en mi alma y mi corazón.
1 comentario
Nadia -
¿Y cómo estamos para el estreno de La venganza del sith? (así se llama, ¿o no?)
Cariños.