Blogia
Ediciones Sueños... imágenes en la niebla

I'm a jedi

Suena raro esto, pero podría decirse que es una metáfora de lo que he llegado a ser con el tiempo.

¿Por qué? Por las características de los jedis...

Porque mi paciencia se ha desarrollado. Analizo y actúo con gran rapidez, pero buscando las mejores opciones, sin dañar a las personas a mi alrededor.

Estoy entrenando el corazón y la razón para evitar aquellos apegos que podrían hacer sufrir, por ejemplo, el apego material. Antes lloraba si perdía algo, pero hoy simplemente "se compra otro y listo"... aunque a veces duele perder cosas que tienen gran valor sentimental.

Sigo desarrollando mi capacidad de observación, no sólo en lo que a lo evidente se refiere, sino más allá, ver en los ojos de los demás, las máscaras con las que se escudan, los motivos que los llevan a hacer tal o cual cosa, sin fijarse en el daño que podrían hacer a los demás.

Antes era una verdadera polvorita, hoy controlo más mi temperamento, en especial con cosas por las que no vale la pena molestarse. Pero aún defiendo mi postura a brazo partido cuando tengo razón o cuando tratan de pasarme por encima, si respetar mi autoridad en tales o cuales cosas. Y, repito, sin dañar a terceros.

Busco ayudar a mi familia y amigos como sea, siempre escuchando, aconsejando cuando me lo piden y tratando de curar con palabras a quienes buscan un consuelo.

Amo el conocimiento en distintas áreas del saber, pero me especializo en una cosa, aunque a veces el aburrimiento me acecha. Pero sigo adelante, contra viento y marea.

Y quiero lograr alcanzar la sabiduría, sé que ya he aprendido lo suficiente como para decir "puedo enfrentar una nueva etapa de mi vida", pero me falta mucho más para ser siquiera aprendiz de sabio.

Lo que sí no puedo cambiar aún es mi lado oscuro. Como ya escribí una vez, me es difícil perdonar y olvidar algo que me hayan hecho y que signifique una traición a mi corazón. Simplemente no puedo, y aunque me duela hacerlo, corto por lo sano y quien me hizo daño se muere para mí.

También aún detecto en mí egoísmo, algo con lo que he peleado desde que era muy niña. Y creo que estoy logrando acabar con él.

Aparte, el perfeccionismo que me caracteriza al hacer alguna cosa me pone nerviosa, alterada en muchos casos, enojona en otros. Pero, aunque intente dejar que el mundo haga o no haga lo que debe, igual tengo que hacer algo, no me puedo quedar con los brazos cruzados, viendo cómo se podrían perder oportunidades y/o momentos.

Eso. Así soy. Tal vez me faltan cosas por analizar,pero eso lo haré después. Por ahora, éstas son las más importantes.

¡Nos vemos!

Yamila
CHILE

0 comentarios