Historia de una multi-fan I (1981 a 1989)
Ya que he decidido darle un vuelco a mi vida, debo comenzar por contarles cómo ha sido. En resumen, una vida dedicada a lo que amo de verdad: la fantasía.
Sí, no hay otra manera de describirlo, porque ya desde los seis años de edad disfrutaba escribiendo historias que leía en clases, aunque mi motivación principal para aprender a leer fue "Condorito" (para los amigos extranjeros, sepan que Condorito es CHILENO, sus orígenes se remontan a los años '40 -si mal no recuerdo-). O sea, a los seis años aprendí a leer rapidísimo por culpa de este cómic, y en conjunto descubrí mi talento para escribir historias, cosa que hago hasta ahora.
Aún tengo un diario de vida que cubre algunos días de mis ocho años de edad. Digo algunos días, porque las hojas que siguen guardan testimonio de mi fea letra de niña, mediante la que escribí algunos versos inocentonamente rítmicos, un borrador de novela (inspirado por un animé llamado "Mako", que no era otra que la historia de "La Sirenita" de Andersen convertida en serie animada), una obra de teatro (que según yo duraba por lo menos una hora, pero viéndola con ojos de adulta, apenas unos 5 o 7 minutos). Y aún recuerdo otras historias que se perdieron en mis viejos cuadernos de enseñanza básica.
La afición por la fantasía me la dio el hecho que mi mamá nos leía a mi hermana y a mí cuentos de "Las Mil y Una Noches", aunque en una versión modificada -que aún conservo, excepto una hoja que se perdió por culpa de personas ignorantes ajenas a mi familia- y que tiene una selección de las mejores narraciones (a mí parecer, ya que hace poco me prestaron una versión muy fiel a la original y, en realidad, las de mi viejo librito son las mejores). Aparte de eso, mi gusto por las series animadas japonesas, en la onda de "Candy, Candy", "Festival de los Robots", "Jet Marte", "Mazinger Z", o sea, la vieja guardia del animé.
Por otro lado, nutría mis sueños con las historias del cine... y aquí tengo que echar al agua a mi papá, porque él es el culpable de que me convirtiera en fans de "Star Wars" hasta ahora. Sí, pues, me llevó al cine a verla cuando yo tenía como 3 o 4 años. La imagen que recuerdo es la de Darth Vader ocupando toda la pantalla. Yo sentí que en ese momento el tipejo malo de negro se salía de la pantalla y caía encima de todos, pero menos mal que no fue así. ¿Captan el trauma que sufrí por culpa de Vader? Jajajajaja.
Y así, a los 14 años (1989), mi vida de fantasía se hizo "pública", por decirlo de alguna manera, ya que a esa edad conocí a los chicos del llamado "Círculo Juvenil de Fantasía y Ciencia Ficción", que habían sido parte de la Sochif (Sociedad Chilena de Fantasía y Ciencia Ficción). Fui a varias de sus reuniones (si no me equivoco, era la única niña, había por ahí otra chica mayor, el resto eran los viejos escritores de ciencia ficción chilena, junto a los jóvenes que querían crear y hacer eventos).
Recuerdo que mi mamá me acompañó a uno de sus eventos. Pero primero les tengo que contar cómo llegué ahí. Resulta que en el colegio yo tenía una profe de castellano que me regaló un libro que contenía 5 conferencias de fantasía y ciencia ficción dictadas en Chile (libro que presté y que nunca más he podido piullar a quien me lo tiene, sniff, porque pucha que es difícil de ubicar este lolo), libro mediante el cual supe de la existencia de la Sochif. Pregunté y pregunté hasta dar con ellosy el evento que el Círculo Juvenil había organizado. Se realizó en el Centro Cultural Santa Isabel de Providencia, y ahí conocí a Gabriel Huamán -maquetista-, Fyto Manga -Marcos Borkosky, mangaka chilensis-, Roberto Alfaro -dibujante de cómics, quien formó a un montón de actuales dibujantes jóvenes, incluso estuve en su curso y algo aún conservo de esos conocimientos, en especial lo que es guión-, René Weber -posterior productor del evento "Fixión 2000", realizado en 2000, en la Estación Mapocho-, Luis Saavedra -uno de los que más sabe de ciencia ficción en Chile y que me prestó "La Amenaza de Andrómeda", libro de Michael Crichton, autor de "Parque Jurásico"- y Juan Carlos Cabrera -uno de los primeros fans de Star Wars con los que me contacté y pude hablar relajadamente de la saga-.
Bueno, retomo. Llegué con mi mamá y quedé fascinada con las maquetas que vi, las conferencias que se dictaron, el hecho de ver por primera vez en mi vida a Darth Vader en vivo!!!!!!! Sí, y pasó al ladito mío, quedé en shock, jajajaja. Yo estaba feliz, había encontrado la razón de mi vida, no tanto por ser "fans de", sino por el hecho de saber que el camino que debía seguir era el de crear cosas e historias relacionadas con la fantasía y la ciencia ficción.
Pero aún queda mucho por contar. Esto es sólo el comienzo de una historia de la que pronto terminará una etapa y comenzará otra más grandiosa.
Yami
(Nostálgica, pero feliz)
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