Silencio

Así estoy. En un lugar apartado, silencioso, en el que estoy poniendo mis ideas en orden una vez más. El frío del lugar me ayuda a mantenerme alerta, el silencio es mi único compañero, la grandeza de su arquitectura aplaca mi desazón interior y la luz que todo lo toca, el bálsamo sanador para mis heridas.

Miro a mi alrededor y veo pasar los fantasmas de las penas ya pasadas. Penas de familia, penas de estudio, penas de amor, penas de vida. Y me pregunto dónde andarán, qué estarán haciendo aquellos que las provocaron. Lejos de mí, eso es seguro, lejos de ellos ahora estoy y a salvo. Nunca más me arrastrarán con ellos. Un rayo de luz los toca y desaparecen de mi vista.

Luego aparecen los rostros una vez amados de aquellos que ilusiones provocaron. Cierro mis ojos por unos momentos, luego los miro por segunda vez y con un gesto de mi mano los despido. Adiós, gracias por todo, lo bueno y lo malo, el amor y el desamor. Adiós.

Junto con desaparecer aquellos rostros, escucho las melodías que alguna vez representaron ese amor que cada uno de ellos me dio. Y esas melodías se quedarán conmigo, pues no tienen culpa de lo vivido.

Me levanto y me dirijo hacia el gran ventanal. Miro por él y veo el mundo. Allá afuera me esperan cosas nuevas por conocer, gente con quien hablar, lugares por visitar. Y allá muy lejos, en el horizonte, una silueta sin rostro que me espera y me anima a ir a su encuentro. Pero no. La saludo con mi mano, le lanzo un beso, envió mi pensamiento hacia él... "aún no... no sé quién eres, no sé cuándo ni dónde nos conoceremos, pero en el futuro nos encontraremos... en el futuro". La figura se queda de pie mirándome desde el horizonte. Yo sonrío y me quedo ahí, observando.

Creo que pronto saldré de mi claustro. Pero aún no... falta un poco...

Yami

Bueno, como ya saben, puedo reflejar algunas cosas de cómo me siento recurriendo a imágenes que ustedes ya más menos conocen. Esta vez quise ilustrar lo que siento en el alma y el corazón con una imagen del palacio de Theed de Naboo. Un gran ventanal.