Blogia
Ediciones Sueños... imágenes en la niebla

Meditando

Meditando

Ayayay, qué difícil, pero no imposible de superar.

Estos días he meditado acerca de los últimos acontecimientos ya sabidos, y realmente le doy vueltas y llego a la misma conclusión: es lo mejor. En principio me sentí canalla, por supuesto, estaba haciendo algo que a mí no me gustaría que me hicieran (terminar tan abruptamente algo), pero cuando Dios te manda señales, te hace ver que no vas por buen camino y el corazón empieza a doler, debes detenerte y cambiar de rumbo.

Ahora estoy tranquila. Se me viene duro, no lo voy a negar, pero no huiré, no soy de esas personas, no señor. Con tanta cosa que me ha pasado, sé que puedo enfrentarme a lo que sea y defender mi postura, porque nadie más que yo sabe lo bueno o malo de ella. Y nadie sufriría por mí lo que podría haber pasado, así que por eso nadie tiene derecho a juzgarme.

Siento latear tanto con el tema, pero ya que comparto mis alegrías, creo que también debo compartir en parte mis tristezas, pero las explicaciones me las dejo sólo para mí y mi conciencia. Y Dios, por supuesto, Él sabe mejor que nadie mis razones.

Lo que sí espero que entiendan algunas personas que sigo siendo la misma de antes, la misma mandona, la misma trabajadora, la misma aperrada hasta el final, la misma tiernecita, la misma amiga, la misma artista. Siempre la misma, sólo que ahora estoy sola. Y así quiero seguir por un buen tiempo, tengo muchos proyectos personales por realizar.

La penita la llevo a la espalda, por supuesto, pero si algo he aprendido en todo este tiempo es a no llorar por los rincones, no vale la pena (aparte que se me nota mucho, mis ojitos me delatan). Pero así es la madurez, el crecer. Son pasos dolorosos, una como mujer jamás deja de crecer, jamás, cada día la vida te enseña algo nuevo, a punta de porrazos, pero si lo aprendes, ya deja de ser algo tan doloroso. Obviamente también se aplica a los hombres.

Las cosas siempre van a doler, muuuuuuucho, pero si logras sacar lo bueno de ellas, la lección de vida estará siempre contigo, y podrás superar cualquier tropiezo y así seguir adelante.

Y eso estoy haciendo yo, levantándome. Sigo caminando sola, pero con nuevas esperanzas en un hombro, la penita en el otro. Sigo viviendo y dándome el tiempo para vivir el luto, no sólo de hoy, sino los anteriores que no supe curar y que hoy me lo debo.

Yamilita sigue viviendo.

1 comentario

nuestra señora del caos -

que bueno que sigas viviendo.
que bueno que seas tan sabia para compartir tu proceso de manera tan serena
hay que seguir caminando, al parecer.
Es el viaje que nos hace gigantes.