Protección

Protección: palabra clave. Después de todo lo que me ha pasado -en diversos ámbitos de mi vida-, estoy decidida a reforzar mi círculo de protección (jajaja, parece que estuviera hablando del juego de cartas "Magic", ahí había varios círculos de protección, todos contra el mal).

Obvio, la ingenua ya no es, la aparentemente débil tampoco, mucho menos la crédula y que ponía oídos a las palabras bonitas. ¡Nunca más!

O sea, la desconfianza y el recelo han ganado su lugar en mi personalidad. Sí, pues, aunque yo no lo quiera, éstas son poderosas armas a utilizar anti-individuos y/o situaciones-dañinas, porque es mejor prevenir que curar.

No debería estar diciendo esto... porque igual podría mal interpretarse, como un síntoma de inseguridad. Pero, ¿saben? Si ustedes han leído con atención mis notas en este blog, sabrán que no digo las cosas por decirlas y que soy sincera y transparente con mi vida, no me ando con secretitos.

Por lo tanto, el que haya escrito aquí esto es simplemente una advertencia a las personas que, lamentablemente para ellas, ya no son de mi confianza, porque en cierta forma estoy siendo "buena onda" y quiero evitar algún tipo de confrontación si los pillo haciéndome alguna chanchada (como decimos en Chile).

Ya varios saben de mis reacciones a la hora de enfurecerme, pueden dar fe de que no me voy con chicas y que me convierto en volcán destructivo. Y no es por alardear o darme algún tipo de ínfulas o decir que soy "chora", no señor, porque cumplo. Aguanto, aguanto... pero la paciencia tiene un límite.

Así que están advertidos los que siquiera una vez han pensado en desearme el mal, porque yo ni siquiera con la persona más odiada he llegado a tal extremo. Pero si me buscan el cuesco, el cuesco van a encontrar.

Obvio, aún soy aprendiz de jedi y de vez en cuando me paso al Lado Oscuro cuando me tratan de hacer daño.

Ayayay, esto es lo bueno de los blogs, una se puede desahogar de estas cosas molestas que pasan en la vida, pero siempre permaneciendo alerta.

Yami