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Ediciones Sueños... imágenes en la niebla

LA MADRE DE TODAS LAS CADENAS

Casi a diario llegan a nuestros correos electrónicos las famosas cadenas, engendros que prometen las penas del infierno si no lo envías a un número determinado de contactos.

Hoy me llegó una, que es verdaderamente la MADRE DE TODAS LAS CADENAS. Los invito a leerla...

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Queridos amiguillos :
gracias por todas las cadenas que me mandaron en el 2003 y las que han mandado durante el presente año. A partir de que me han mandado sus cadenas:

Ya no saco el dinero de los cajeros porque me van a poner una pantalla falsa, que me hace creer que se tragó la tarjeta y después me robarán mi disponible.

Dejé de tomar Coca-Cola después de enterarme que sirve hasta para quitar el sarro de los inodoros y además oxida los calzones. Dejé de ir al cine por miedo a sentarme en una butaca y picarme el culo con una jeringa infectada de SIDA.

Huelo a perro sin bañar, porque dejé de usar desodorantes, ya que producen cáncer de sobaco. No dejo el auto en los parquímetros ni en ningún otro lado y a veces tengo que caminar como 7
manzanas por miedo a que me droguen con la muestra de un perfume para robarme y quizás con suerte ni me violen...

También dejé de contestar las llamadas telefónicas, temiendo que me pidiesen marcar el 9 y me llegue una cuenta telefónica de la madre, porque me robaron la línea y llamaron a mi cargo a Uganda, Singapur, Estocolmo y Tokio. Suspendí el consumo de varios alimentos por miedo a los estrógenos y a que se me dé vueltas el paraguas.

También dejé de comer pollo y hamburguesas porque no son más que carne de engendros horripilantes sin ojos ni plumas, cultivados en un laboratorio... Una especie de lombrices como las que usan en McDonalds para preparar las hamburguesas. Dejé de tener relaciones sexuales por miedo a que me vendan los condones pinchados y me contagie de algo. Además dejé de tomar cualquier cosa que venga en lata por miedo a morir envenenado por pichí (orina) de rata.

Por supuesto, ya no uso el microondas por miedo a sufrir una súbita ebullición que me quemaría totalmente la cara apenas retirara mi sopita o el café que acostumbraba a calentar todas las mañanas.

También doné todos mis ahorros a la cuenta de Amy Bruce, una niñita enferma que estuvo a punto de morirse unas 7.000 veces en el hospital. Por cierto, curiosa la niña, tiene siete
años desde 1993...

Dejé de hacer, tomar y comer tantas cosas, que casi me muero. Casi me muero de hambre esperando como huevón junto a mi correo los 150.000 dólares que me mandarían Microsoft y AOL por participar en la prueba de rastreo de los e-mails. El puto teléfono de Ericcson tampoco llegó, ni mucho menos el mentado viaje a Disneylandia ¡con todo pagado!

Además tampoco gané el 1'000,000 de dólares en el lotín, ni el Ferrari, ni tuve sexo con la
persona de mis sueños ¡que f ueron las 3 cosas que pedí como deseo después de mandar a 10 personas el Mantra Mágico enviado por el ojete del Dalai Lama!

Pero de lo que sí estoy seguro es de que todos mis males son a causa de una puta cadena que rompí u olvidé seguir y por eso me cayó encima una maldición de la puta madre!!!!

NOTA IMPORTANTE: Si no envías este e-mail por lo menos a 1200 personas en los próximos 10 segundos, te cagará una paloma mañana a las 7 de la Noche.

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1 comentario

cicuta maldonado -

es lo mejor que he lsido ahora ultimo. Realmente tienes talento loco.