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Sentimientos ocultos: buenos y malos

Sentimientos ocultos: buenos y malos

El otro día hablando con una amiga, nos detuvimos en el tema de "ocultar sentimientos". Tema heavy, por cierto, ya que creo que nadie ha estado libre de esa situación.

Con esto no me refiero sólo a sentimientos de amor por alguien, no, no, también incluyo los sentimientos de odio y similares. Sí, pues, todos los sentimientos son posibles de ocultar, por lo menos por un tiempo, hasta que de pronto se da la oportunidad y salen a la luz.

Alguien enamorado puede ocultar estos dos tipos de sentimientos, ya que el amor no correspondido podría producir celos descontrolados y, por lo mismo, sentimientos de odio hacia el ser amado y quienes lo rodean. Extraño, pero puede darse.

Cada vez que escribo una historia, busco armar mis personajes lo más complejos posible. Hay algunos tan atormentados sentimentalmente, que a veces creo que exagero, pero también me observo a mí misma y veo que no estoy tan alejada de la realidad. Con todas las cosas que he pasado, bien puedo decir que uno queda en el límite del amor y del odio. Sólo depende de uno mismo no caer en el lado equivocado.

Recuerdo que desde adolescente oculté mis sentimientos a los chicos que alguna vez me gustaron. Pero al final, siempre les confesaba mis sentimientos... y siempre terminaba con un "no" como respuesta. ¡Qué mal! Pero era mejor decirlo, porque así terminaba con la incertidumbre de una vez.

Y así también con los sentimientos oscuros, resentimientos, dolores por años, tratando de evitar confrontaicones, pero que al final eran peor. Por no hablar a tiempo o detener el asunto a tiempo.

Pero qué se le va a hacer. A veces por no embarrar una amistad, uno se cierra la boca y no dice lo que siente, porque no se sabe cómo te recibirá la otra persona, si lo tomará bien, si lo tomará mal. Es una dura prueba.

Yo ahora simplemente relego esos sentimientos no correspondidos, porque no vale la pena seguir alimentándolos. Sí, pues, prefiero mantener una bonita amistad que una separación irremediable... aunque cuesta al principio matar o transformar los sentimientos. ¡Duele! Pero se puede y, al final, uno leagradece al corazón poder hacer eso.

Sí, sí, muchos dirán que uno no elige de quién se enamora, pero es posible racionalizar un poco el sentimiento y apagarlo un poquito cada vez, hasta que ya no hay mariposas en el estómago.

Y así se sigue viviendo.

Yami

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